lunes, 6 de febrero de 2023

Técnicas para mejorar la lectura


Técnicas de Lectura Imprescindibles

Tener una buena capacidad lectora es la mejor base para emprender el proceso de aprendizaje.

La lectura que se realiza con el objetivo de aprender, no es igual que la lectura que se hace cuando se quiere obtener información o simplemente entretenimiento (leyendo un diario o una novela, por ejemplo), en cuyo caso el no entender una palabra o un párrafo completo, no tiene mucha importancia. Cuando se lee para aprender, la situación es distinta, pues se tiene necesariamente que comprender todo lo que se presenta en el texto.

Es por esto, cuando se quiere llevar a cabo un óptimo proceso de aprendizaje, se debe fortalecer la capacidad de llevar a cabo una lectura efectiva.

Los aspectos de una lectura al servicio del aprendizaje son variados y entre ellos se puede destacar:

1. Contexto donde se realiza la lectura

Para realizar una lectura con el fin de aprender, es decir, para estudiar, es necesario preocuparse de algunos aspectos del contexto o ambiente en que realizará dicha actividad. Por ello, antes de ponerse a estudiar hay que fijarse en lo siguiente:

· La habitación que se ocupa debe estar bien ventilada y poseer una temperatura agradable (ni mucho calor ni mucho frío), sin molestias de ruidos ni otro tipo de distracciones (televisión, cuarto de juegos de los hermanos, radio, etc.).

· Dentro de lo posible, la mesa de trabajo debe ser amplia, de manera que se pueda tener encima todo el material que se va a necesitar, y sin otros objetos de distracción como revistas, juegos, adornos móviles, etc.

· La luz debe ser preferiblemente natural. Si no es posible, se sugiere que sea blanca o azul y que proceda del lado contrario a la mano con la que escriben (a un zurdo la luz tendrá que provenirle de la derecha).

· Tanto la mesa como la silla deberán ser acordes a la altura del usuario. La silla debe ser cómoda, pero no en exceso, pues esto último le llevará a rendir menos e incluso a dejar de estudiar (con la incomodidad ocurrirá lo mismo). La silla debe tener respaldo y ser relativamente dura.

· Debe cuidar mucho la postura: el tronco estirado y la espalda apoyada en el respaldo de la silla, manteniendo una distancia de unos 30 cm. del libro o apuntes. Si es posible, el texto debe estar inclinado por un atril u otro objeto, ya que esto ayuda a que la vista no se canse tan pronto.

· Es muy importante estar decidido a la hora de ponerse a estudiar, no titubear e intentar mentalizarse con que ese es el trabajo que hay que hacer y que es mejor realizarlo con alegría y ánimo.

· Antes de ponerse a estudiar se sugiere realizar una reflexión sobre todo lo que se va a necesitar y colocarlo en la mesa o al alcance de la mano (diccionarios, libros de consulta, lápices, reglas, enciclopedias, etc.).


2. Velocidad de lectura

Otro aspecto importante a la hora de estudiar es la velocidad con que se lee, ya que aun cuando se tenga una excelente comprensión de lectura, esta no servirá de nada si usted no alcanza a abordar la totalidad del contenido que debe estudiar en el tiempo establecido.

Para aumentar la velocidad lectora, se debe partir de los fundamentos de lo que es leer.

Al leer , los ojos van moviéndose “a saltos” o fijaciones en las que se agrupan una o varias palabras. Por lo tanto, para aumentar la velocidad de lectura, hay que tratar de realizar el menor número de fijaciones posibles en cada línea, para así en una sola fijación abarcar el mayor número de palabras posibles.

Se ve mejor esto en un ejemplo:

"Llega la exposición Cézanne./ Los que sientan la pintura,/ o entiendan algo de ella,/ la esperarán con ansia y temblor./ Hemos estado tan dejados/ de la mano de Dios/ en materia de comunicación internacional/ que este acontecimiento/nos parece un milagro.

Los espacios entre barras son el grupo de palabras que un lector normal percibe de un solo golpe de vista o fijación.

Teniendo claro cómo es que los ojos se mueven sobre las palabras, se recomienda practicar todo lo que pueda con textos que tenga a su alcance. Una buena alternativa para comenzar estos ejercicios para mejorar la velocidad de la lectura, es hacerlo con poesía, ya que las frases y líneas son más cortas.

Otra técnica que le puede ayudar a aumentar la velocidad lectora, consiste en elegir tres páginas seguidas de un libro que le motiven y que tengan más o menos la misma cantidad de texto.

La primera hoja deberá leerse a la velocidad que normalmente se hace, pero procurando entender lo que se lee. A continuación, la segunda hoja deberá ser leída a la mayor velocidad posible, sin preocuparse por entender lo que se lee o si se salta palabras, y sin volver atrás. Por último, tendrá que leerse la tercera hoja con la mayor velocidad que pueda, pero esta vez asegurándose de que entienda lo que lee y siguiendo las pautas anteriores (de las fijaciones) y procurar no volver atrás (uno de los mayores problemas de los lectores lentos).

Al terminar de leer la tercera hoja , anotar el tiempo que le llevó esta última lectura. Este ejercicio debe realizarse cinco días a la semana, durante tres semanas y luego descansar un día. Si la velocidad no aumenta, repetir este ejercicio o probar la técnica que aparece a continuación:

Colocar una guía bajo la línea que lee, tratando de ir aumentando progresivamente la rapidez de la lectura y leyendo cada línea con sólo tres o cuatro fijaciones, según sea su longitud.

3. Técnicas para rescatar la información relevante

Las técnicas que ayuden a leer más rápido serán un gran apoyo, pero por supuesto que no son suficientes, pues el hecho de que un estudiante lea a gran velocidad no asegura que esté comprendiendo lo que lee. Por ello, también es importante que adquiera técnicas que le ayuden a rescatar las ideas principales contenidas en el texto. Para cumplir con este objetivo, a continuación algunas estrategias que podrían ayudar.

a. Subrayado

El objetivo del subrayado es destacar las ideas esenciales de un texto, con el fin de que una vez terminada la lectura, al leer únicamente lo subrayado se pueda recordar el contenido global de dicho texto.

Existen teorías sicológicas de la percepción humana que fundamentan esta técnica, ya que está demostrado que la memoria se fija y recuerda más y mejor aquellas cosas que se resaltan. Por esto, es necesario que no sólo se conozca esta técnica, sino que también se domine y use.

El subrayado consiste en resaltar de otro color (se recomiendan colores vivos como el rojo o verde o los colores fluorescentes, aunque cansan más) aquellas series de palabras que tienen sentido y contenido semántico propio, de modo que con una lectura posterior de lo subrayado esto tenga sentido, se entienda el texto y se vean reflejados sus datos más relevantes. Por ello, no es necesario subrayar artículos, conjunciones y preposiciones y si es conveniente subrayar sustantivos, verbos, adjetivos, fechas, nombres propios, etc.

Es evidente que esta es una técnica algo difícil de llegar a dominar y que requiere mucha práctica.
Para subrayar no se recomiendan más de dos colores y también se puede sustituir la "raya" por recuadros o corchetes para señalar párrafos enteros o frases que consideremos de capital importancia.

Es aconsejable que se subraye tanto libros (ya que están para ser trabajados y no para adornar) como  apuntes o fotocopias. Se recomienda que el subrayado se realice durante la segunda lectura del texto que se tiene que estudiar, sin embargo, también se pueden ir señalando algunos datos o ideas principales en la primera lectura rápida.

También es importante acostumbrar a escribir notas al margen, cuando no queden claras algunas ideas o para completar con otros datos. Estas notas son muy beneficiosas, posteriormente, ya que facilitan la comprensión y amplían los conocimientos.

Como se señala anteriormente, en la segunda lectura, reposada, comprensiva y analítica, es cuando se deben hacer estas operaciones.

A continuación  un ejemplo que muestra cómo se han subrayado las palabras e ideas principales de un texto cuyo tema son los romances.

Ejemplo 1

LOS ROMANCES

Uno de los géneros más abundantes de nuestra literatura son los romances. Los hay de todas las épocas. Desde el punto de vista cronológico , los romances se dividen en:
1º Romances viejos .- Son casi todos anónimos. Hoy está generalmente admitido que proceden de los Cantares de Gesta ; los episodios más interesantes de los largos cantares de gesta fueron siendo cantados independientemente del resto del Cantar por los juglares El verso épico monorrimo se rompe y da origen a los versos octosílabos con rima en asonante los pares . Los romances viejos aparecen a partir del siglo XIV . Los temas de estos romances son generalmente históricos , en torno a prestigiosas figuras de la historia nacional (el Cid, el rey Rodrigo, los Infantes de Lara, Fernán González, etc. Se agrupan formando ciclos de romances Otros romances tratan de episodios de la Reconquista : son los romances fronterizos . Hay romances inspirados por las hazañas de los caballeros franceses de la corte de Carlomagno (Roldán, Carlomagno, etc.): son los romances carolingios.

Existen también romances novelescos y líricos , cuyo tema no está tomado de la historia o la épica tradicional.

Ahora, en este segundo ejemplo se puede ver cómo se han subrayado las ideas principales de un texto cuyo tema es la digestión intestinal.

Ejemplo 2

DIGESTIÓN INTESTINAL

En el duodeno, el quimo recibe tres jugos que completarán la transformación en sustancias asimilables; dichos jugos son el pancreático, el intestinal y la bilis . Cada jugo se encarga de realizar alguna de las muchas transformaciones necesarias; así, la bilis (de la que diariamente segregamos alrededor de mil centímetros cúbicos) actúa principalmente sobre las grasas.

Poco a poco, el primitivo bolo alimenticio se ha transformado en una papilla , que en el intestino recibe el nombre de quilo ; las vellosidades intestinale s se encargan de absorber del quilo las sustancias que se han convertido en asimilables.

Las sustancias no absorbidas pasan al intestino grueso , donde permanecen entre 10 y 20 horas; durante este tiempo actúa la denominada flora microbiana ; las bacterias que forman dicha flora finalizan la labor transformadora. Finalizada ésta, sólo queda por realizar la defecación (expulsión de los excrementos por el ano) .

Como hemos podido ver en los dos ejemplos, las palabras o ideas subrayadas al ser leídas en exclusiva, nos permiten tener claridad de todos los aspectos abordados en cada texto.

Una vez que haya realizado esta técnica, una forma de sintetizar los aspectos más relevantes de cada texto (es decir lo subrayado), es realizar un esquema, técnica que detallaremos a continuación.

b. Esquemas

El esquema es una técnica sencilla, ya que depende directamente de cómo se haya realizado el subrayado y la lectura.

En el esquema se destacan los puntos principales del texto y los subapartados que se consideran de interés, utilizando signos para destacar ideas, subrayado, mayúsculas y minúsculas, colores y distintos tipos de letras, presentando las ideas centrales del texto de forma sencilla y lógica.

Para trabajar el esquema se debe partir por la lectura analítica de un texto y de su posterior subrayado, además, se debe ir separando cada contenido por puntos, rayas y subrayados, corroborando si lo escrito expresa la idea completa del texto, sin dejar fuera datos fundamentales.

Se puede utilizar las mayúsculas para señalar los apartados fundamentales y las minúsculas para los elementos de importancia que hay en ellos.

En el esquema se escribe todo seguido y debe intentarse que ocupe el menor espacio posible. No existen nexos de ideas sino, en ocasiones, flechas.

El esquema es como un resumen, pero más preciso, sencillo y claro. Con un solo golpe de vista se observa la información que contiene el texto estudiado.

Por lo tanto, a partir de un texto determinado, se pueden realizar las siguientes actividades:

· Localizar las ideas centrales del texto.

· Subrayar las palabras o frases que destaquen esas ideas. Marcar sobre todo las palabras clave.

· Anotar al margen la idea central del texto y de los distintos párrafos.

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